Difícil suponer en aquellos años
que con el paso del tiempo, aquel Santa Claus sin rellenos iba a tener que tirar de
cojines para seguir cumpliendo con la tradición de presentarse en casa cada
navidad puntual , acabando la cena de nochebuena. Y es que las facciones de la
cara , con maquillaje se pueden cubrir, pero el cuerpo algo más enjuto, hay que
rellenarlo de espuma o similar!!
La magia de aquel momento cuando
las peques miraban entre ilusionadas y mosqueadas quién sería aquel tipo que
aparecía cuando su padre justamente salía a comprar tabaco no tenía precio y
desde entonces, muchas cosas han cambiado .
De las botas camperas a las zapas
minimalistas ha transcurrido un largo camino atraído por el magnetismo del
mundo del running. Un sendero de miles de kilómetros, de planes de entrenos, de compromiso, muchos madrugones y el esfuerzo que todo ello suponía
premiado con el logro de metas inimaginables
y sobretodo haber podido tejer una red de amistad con un montón de buena gente que forma
este mundo del running y a l@s que no me atrevo a nombrar porque me dejaría a algun@ seguro y el espacio es limitado.
Desde hace años se hace difícil
concebir una Navidad o un día de Año Nuevo sin rodaje suave como tratamiento de choque a
los excesos de la noche anterior, esté donde esté, #sinexcusas.
Y todo empezó precisamente una navidad….
Casi de forma casual, no recuerdo
si en la cena de nochebuena o en la propia comida navideña, dando cuenta de los
manjares que la mejor cocinera del mundo, mi mami, nos había preparado todo ello regado
con generosos vinos , nos sobrevino a algunos un extraño sentido de culpabilidad con nuestros estómagos hinchados.
No lo sé exactamente pero creo
que el famoso traje de Papa Noel tuvo mucho que ver. Hacía falta poco relleno
para parecerse al “verdadero” Santa.
En ese instante alguien suelta la
frase típica: habría que hacer un pensamiento y empezar a mover estos cuerpos , no? ...y
por qué no empezamos a correr? venga, mañana quién se apunta a hacer footing?
.
Y así empezó todo, … sesiones de
caminar-trotar , trote cochinero, rodaje más rumboso, la primera media hora,
cuarenta minutos, el primer 10K…..y años después a punto de las seis maratones!!
No sé muy bien a qué venía todo
esto… bueno sí, que todo empezó en Navidad y acercándonos a las de 2013
estamos y me apetecía un montón compartir los orígenes de mi pasión por correr.
Felices Fiestas