miércoles, 17 de abril de 2013


Carrera hacia los brotes verdes.


Me gusta escribir aprovechando los viajes en avión o tren. No es buena señal porque seguro que ese día no podré llevar a cabo mi deseado entreno pero la obligación debe primar sobre la devoción o más bien pasión runner.

En este chapapote en el que se parece haber convertido este país en muchas de sus instancias , a los anónimos profesionales del mundo de la empresa, sufridores  también de la tropa política, sindical y empresarial nos toca competir día a día en nuestras particulares carreras de fondo con viento en contra y piedras en el camino.

La austeridad  que se impone en todos los órdenes con la excusa que es necesaria la travesía en el desierto durante un tiempo para cimentar las bases de un futuro mejor,  esta dejando este país como un solar pero toca pelear con firmeza y voluntad de avanzar

El problema es que sin estímulos, una economía como la nuestra , tan centrada en la demanda interna, se está viniendo abajo por la triple combinación de miedo al futuro, recortes presentes y añoranza de un pasado en el que nos creíamos ricos.

Precisamente este fantástico AVE que podemos disfrutar es la imagen de ese pasado que pensábamos esplendoroso sin tener en cuenta si esto iba a resultar rentable o no. Igual que muchos negocios ahora quebrados y montados al albur de una corriente en la que quien no tenía una SL no era nadie.  

No es un problema de cultura financiera o no. Igual que a nivel privado hemos de analizar nuestras inversiones teniendo en cuenta si podremos pagar el recibo cada mes, una empresa debe fundamentarse en una idea, un proyecto , pero detrás debe existir el plan y la previsión del componente económico que la haga sostenible al menos en sus inicios.

Por todo ello , igual que los corredores nos hidratamos , tomamos aportes vitamínicos y proteicos, las empresas necesitan de su aporte de energía, de su combustible, y uno muy básico es el financiero.  Igual que cada maratón es un desafío, el empresario corre cada día su carrera en un entorno cada vez más complejo.
La vía bancaria cada vez más restringida deberá dar paso a confiar más en los propios fondos, ahorros, ayudas familiares o recurrir en su caso al capital riesgo.

Además si nuestros gobernantes se acordaran de apoyar a la iniciativa y estimularlas en lugar de tirar dinero subsidiando el paro, empresas públicas absurdas y nada rentables y otras dádivas  sin rigor alguno como única vía de pacificar el ambiente , posiblemente el horizonte económico sería más prometedor.

Mientras tanto no queda más remedio que seguir peleando. En mi profesión siempre me manifiesto orgulloso de ser un corredor de fondo y como en el running , la fuerza de querer es poder. El día a día profesional no es más que ir haciendo camino, sumando kilómetros por un objetivo, a pesar de que los únicos brotes verdes que veo son las hierbas que me encuentro en mis lugares de entrenamiento habitual.

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