Carrera
hacia los brotes verdes.
Me
gusta escribir aprovechando los viajes en avión o tren. No es buena señal
porque seguro que ese día no podré llevar a cabo mi deseado entreno pero la
obligación debe primar sobre la devoción o más bien pasión runner.
En
este chapapote en el que se parece haber convertido este país en muchas de sus
instancias , a los anónimos profesionales del mundo de la empresa,
sufridores también de la tropa política,
sindical y empresarial nos toca competir día a día en nuestras particulares
carreras de fondo con viento en contra y piedras en el camino.
La
austeridad que se impone en todos los órdenes con la excusa que es
necesaria la travesía en el desierto durante un tiempo para cimentar las bases
de un futuro mejor, esta dejando este
país como un solar pero toca pelear con firmeza y voluntad de avanzar
El
problema es que sin estímulos, una economía como la nuestra , tan centrada en
la demanda interna, se está viniendo abajo por la triple combinación de miedo
al futuro, recortes presentes y añoranza de un pasado en el que nos creíamos
ricos.
Precisamente
este fantástico AVE que podemos disfrutar es la imagen de ese pasado que
pensábamos esplendoroso sin tener en cuenta si esto iba a resultar rentable o
no. Igual que muchos negocios ahora quebrados y montados al albur de una
corriente en la que quien no tenía una SL no era nadie.
No es
un problema de cultura financiera o no. Igual que a nivel privado hemos de
analizar nuestras inversiones teniendo en cuenta si podremos pagar el recibo
cada mes, una empresa debe fundamentarse en una idea, un proyecto , pero detrás
debe existir el plan y la previsión del componente económico que la haga
sostenible al menos en sus inicios.
Por
todo ello , igual que los corredores nos hidratamos , tomamos aportes
vitamínicos y proteicos, las empresas necesitan de su aporte de energía, de su
combustible, y uno muy básico es el financiero.
Igual que cada maratón es un desafío, el empresario corre cada día su
carrera en un entorno cada vez más complejo.
La
vía bancaria cada vez más restringida deberá dar paso a confiar más en los
propios fondos, ahorros, ayudas familiares o recurrir en su caso al capital
riesgo.
Además
si nuestros gobernantes se acordaran de apoyar a la iniciativa y estimularlas
en lugar de tirar dinero subsidiando el paro, empresas públicas absurdas y nada
rentables y otras dádivas sin rigor
alguno como única vía de pacificar el ambiente , posiblemente el horizonte
económico sería más prometedor.
Mientras
tanto no queda más remedio que seguir peleando. En mi profesión siempre me
manifiesto orgulloso de ser un corredor de fondo y como en el running , la
fuerza de querer es poder. El día a día profesional no es más que ir haciendo
camino, sumando kilómetros por un objetivo, a pesar de que los únicos brotes
verdes que veo son las hierbas que me encuentro en mis lugares de entrenamiento
habitual.
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